indice del viaje

 

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Sabado 2 de Julio. Valencia, Madrid, Copenhague

Domingo 3 de Julio. Copenhagen, Oslo

Lunes 4 de Julio de 2011. Oslo-Stavanger

Martes 5 de Julio. Stavanger-Bergen

Miercoles 6 de Julio. Bergen-Olden

Jueves 7 de Julio. Olden-Hellesyt-Geiranger

Viernes 8 de Julio. Geiranger-Navegando-Copenhaguen

Sabádo 9 de Julio. Copenhaguen-Madrid-Valencia

 

 

 

 


Sábado 2 de Julio de 2011. Valencia-Madrid-Copenhague.

 

 

Tras cenar un poco y dormir menos nos reunimos en el patio de casa con nuestros vecinos Amparo y Luis, Dani y Mali, Sandra y Mª José cargados de maletas y nos dirigimos a la parada del bus de la calle Linares, donde se nos unen Quique, Inés y Emi y una sobrina de Inés que sale también de Madrid camino de Canadá. Esperamos un poco y aparece un microbús a las 03,30 de la madrugada con tres pasajeros desde Algemesí, Vicente y Mari Fina y Maruja. Cargamos las maletas y salimos dirección Madrid. A mitad camino paramos a desayunar y hacia las 8 de la mañana llegamos al Aeropuerto de Barajas, Terminal 2. Directamente nos ponemos en cola de nuestro vuelo para facturar. Mientras esperamos personal de Iberocruceros nos entregan papeles y etiquetas para ir adelantando trámites.
Una vez soltadas las maletas pasamos el control de seguridad y sin tiempo para nada nos meten ya en el avión. A pesar de todo salimos con retraso.
Una vez en el Aeropuerto de Copenhague nos despreocupamos de las maletas, ya que es un vuelo chárter exclusivo para pasajeros del barco Grand Mistral y ellos mismos recogen el equipaje y lo suben al barco.
El personal nos va guiando hacia los autobuses que nos llevan al muelle.
Por el camino vemos una pequeña iglesia, la Holmen Kirke, en la que se estaba celebrando una boda y los invitados esperaban a los novios fuera portando un remo en alto. Su origen es de 1563 y lo que vemos ahora data de 1872. Es una iglesia protestante , la iglesia naval por excelencia y que tiene como particularidad que la actual reina Margarita se casó aquí con Henrik de Montpezart en 1967.
Al bajar del bus nos encontramos con una enorme carpa llena de gente en espera de subir al barco. En vista de que no vemos ninguna indicación para el embarque preferente que va implícito con nuestro camarote protestamos y nos dejan pasar delante de la gente que hay esperando. Son ya las tres de la tarde. Vamos a ver el camarote que es muy bonito con una terracita con dos sillas y una mesa. Nos han puesto un plato de frutas y una botella de champán.
Subimos corriendo a la cubierta 11 donde funciona un buffet libre para comer, ya que estamos hambrientos y sedientos. Volvemos al camarote y ya ha llegado una de las maletas que rápidamente deshacemos. Después validamos las tarjetas que nos han dejado con los papeles informativos y el diario de a bordo en el camarote.
Casi todos los del grupo nos apuntamos a la excursión de esta tarde por la ciudad y aquí ya se forma la marabunta, es decir, parecemos corderos que los llevan al matadero. El lugar de reunión es el Teatro Ibiza, allí nos ponen una pegatina con el número del bus con el que vamos a desplazarnos por la ciudad. Van llamando por números y entonces salimos del barco presentando la tarjeta magnética.
Lo primero que vistamos es el Parque Churchill, pasando por el Museo de la Resistencia, que recoge todo aquello que recuerda las acciones de la resistencia danesa durante la 2ª Guerra Mundial contra la ocupación alemana. Nos paramos al borde del mar, donde se encuentra dentro del agua una piedra que en su parte superior está la famosa Sirenita, de pequeño tamaño. Es un personaje de Hans Christian Andersen, esculpida por Edvard Erichsen en bronce. Se encuentra aquí desde 1913 y a lo largo de su historia ha sufrido varios atentados. De lejos vemos que hay una fuerte tormenta con relámpagos que como pare el viento nos va a caer encima.
A continuación nos acercamos a la Fuente de Gefión que fue un regalo de la Fundación Carlsberg en su 50º aniversario. Anders Bundgaard esculpió las estatuas en 1899 y se inauguró en 1908. Representa un suceso de la mitología nórdica. El rey de Suecia ofreció a la diosa Gefión de la virtud y la fertilidad tantas tierras como pudiera arar en una noche. Ella convirtió a sus hijos en bueyes y a la mañana siguiente toda la tierra arada la separó del continente y se formó la isla de Selandia, donde se construyó la ciudad de Copenhague.
 Al lado se encuentra la Iglesia de San Albano. Pertenece a la comunidad anglicana y los oficios son en inglés. La construyó Arthur Blomfield en un estilo neogótico y fue un regalo del rey Christian IX tras la boda de su hija con el Príncipe de Gales, que reinó en Inglaterra como Eduardo VII. A su consagración en 1887 acudieron muchos representantes de las casa reales de Europa. Muy cerca se encuentra el Kastellet, la fortaleza del siglo XVII.
Pasamos junto a un barrio de más de 700 casitas bajas, de color mostaza y contraventanas verdes, formando el barrio de Rigensgade que se construyó a finales del siglo XVIII y principios del XIX para alojar a los trabajadores del desarrollo industrial de la ciudad, que acababa aquí.
Seguimos con el bus por la Amaliegade junto al Museo Danés  de Arte y Diseño instalado en un antiguo hospital del siglo XVIII y el Museo histórico de Medicina en un edificio de finales del siglo XVIII y adyacente se encuentra la Iglesia de San Angars, catedral católica dedicada al evangelizador de Dinamarca y construida por el arquitecto Gustav Friedrich Hetsch en 1842 reemplazando una antigua capilla en el mismo lugar.
Pasamos frente al Hotel Admiral, un antiguo almacén portuario del siglo XVIII, en el que, por ser un edificio protegido, se ha respetado su fachada y en su interior las vigas  originales.
Paramos frente a la Royal Cast Collection y vamos caminando al muelle de Larsens Plads para divisar enfrente el moderno edificio de la Ópera. Fue diseñado por Henning Larsen y construido entre 2001 y 2005 y tiene seis escenarios con capacidad para 1400 espectadores. Lo más llamativo es su techo flotante y acoge representaciones de ópera y danza.
Desde el muelle se divisa el barrio de Christianhavn donde se encuentra el restaurante Noma, situado en un antiguo almacén del siglo XIX, que en el año 2010 le arrebató a El Bulli el galardón de mejor restaurante del mundo.
Caminamos un poco, cruzamos la calle y atravesamos el jardín de la plaza de Amaliehaven, con una pequeña fuente en el centro. Nos dirigimos al Palacio de Amalienborg. Se encuentra en una plaza octogonal formado por cuatro edificios simétricos  de estilo rococó con las fachadas idénticas, según los planos del arquitecto Nicolai Eigtved, rodeando la estatua del rey FedericoV a caballo, obra del escultor  Jacques Saly de 1771. En principio se construyeron para cuatro familias nobles pero al quemarse el Palacio de Christienborg, los reyes los compraron y trasladaron su residencia aquí desde 1794.
En el edificio de la izquierda, el Palacio Schack o de Christian IX reside durante el invierno  la reina Margarita y en el del lado derecho, en el Palacio Brookdorff o de Federico VIII el príncipe heredero Federico junto con Mary Donaldson. Los otros edificios se utilizan como salas de exposiciones, recepciones oficiales o residencia de visitas insignes. Frente a los dos edificios ocupados como residencias reales se encuentran los guardias reales con sus sombreros peludos, similares a los de la guardia  inglesa.
Frente al Palacio de Amalienborg se encuentra la Iglesia de Marmorkirken o la Iglesia de Federico V. Empezó a construirse en 1749 en un estilo neobarroco, tomando como modelo la Iglesia de San Pedro de Roma, con una cúpula de más de 30 metros de diámetro sostenida por 12 columnas,  con el fin de conmemorar los 300 años de la subida al trono de la dinastía de los Oldenburg. El mismo arquitecto del palacio fue el que diseñó los planos. Su construcción se tuvo que interrumpir debido al alto coste del mármol noruego. Se continuaron las obras a mediados del siglo XIX, ya que un banquero de nombre Tietgen financió la continuación de las obras que se terminaron en 1894. Se redujo mucho el volumen y las dimensiones originales y prácticamente sólo se construyó alrededor de la cúpula.
Volvemos al bus y nos dirigimos a la zona del Canal de Nyhavn. Se construyó hace tres siglos, entre 1671 y 1673, por orden del rey Christian V para facilitar el acceso de los comerciantes al mercado. Luego se convirtió en un barrio de pescadores y marineros y en una zona inmoral, sobretodo en el lado soleado con las casa de vivos colores. Hoy en día es un área preciosa con sus animadas riberas plagadas de restaurantes y terrazas, con barcos atracados en sus lados, algunos antiguos de vela y de madera, flanqueadas por casas de variados colores. En su comienzo hay una escultura de un ancla en memoria de los marinos daneses que fallecieron en la 2ª Guerra Mundial. En la plaza había montado un escenario donde estaban tocando jazz y muchísima gente pululaba por los restaurantes y terrazas del lado con las casa de colores.
Seguimos hasta el Palacio de Rosenborg. El cielo ya está encapotado y nos acercamos por los jardines a la entrada del palacio que está cerrado.
El palacio es obra del emprendedor rey Christian IV que embelleció la ciudad y murió en una de sus estancias en 1648. Su construcción data de 1606 y lo hizo en memoria de su esposa. Los planos originales no se mantuvieron y se acabó en 1624. Su estilo es renacentista holandés, aunque en principio se pensó como residencia campestre, luego se convirtió en su domicilio habitual. Siguió siendo residencia real hasta 1710. Lo más destacable de su interior es que tiene la Cámara del Tesoro con las joyas actuales de la Corona así como otros adornos antiguos. Alrededor del Castillo hay unos impresionantes jardines , el Jardín del Rey.
Comienza a llover y corremos hacia el bus. El diluvio es impresionante. Continuamos la visita de la ciudad con el bus, pero es imposible pararnos a ver nada, ni tan siquiera fotografiarlo desde la ventanilla, tal es la cantidad de agua que cae. Inmediatamente las calles están inundadas y parecen ríos. Las trapas de alcantarilla se levantan ya que nos cabe más agua por ellas.
Pasamos por el Palacio de Christianborg, que está en Slotsholmen, una pequeña isla rodeada por un canal. Hoy en día es la sede del Parlamento y de oficinas ministeriales, concentrándose todos los poderes, legislativo, ejecutivo y judicial. Frente al edificio hay  una estatua ecuestre de Christian IX.
El Palacio fue construido en 1730 por el rey Christian IV sobre los cimientos de una fortaleza erigida por el fundador de la ciudad, el obispo Absalón en el año 1167 y destruida por la tropas hanseáticas en el siglo XIV. Hubo diversas reconstrucciones a lo largo de los años pero en el siglo XVIII y posteriormente  en el XIX acontecieron dos grandes incendios que obligaron a los reyes a trasladar su residencia oficial al Palacio de Amalienborg.  Lo que ahora vemos data de 1907.
Divisamos entre la oscuridad producida por la tormenta el famoso Parque de atracciones Tivoli. Fue inaugurado en 1843  y planificado por George Carstensen quien convenció al rey Christian VIII para su construcción. Lo forman casi 30 atracciones, otros tantos restaurantes y unos jardines plagados de flores.
Es el segundo parque de atracciones más antiguo de Dinamarca y uno de los más antiguos de Europa.
Llegamos a la Radhus, plaza del Ayuntamiento. Es el centro vital de la ciudad con forma de rectángulo. Ahora está levantada con las obras del metro. Sus dimensiones son 165 x 150 metros. El edificio del ayuntamiento destaca en la plaza con su fachada de ladrillo que preside una escultura dorada del obispo Absalón, fundador de la ciudad. se terminó de construir en 1905 según los planos de Martin Nyrop, con estilos romántico, neorrenacentista y hasta un poco medieval. Es el kilómetro cero desde el que se inician todas las distancias a las otras ciudades de Dinamarca.
En la plaza podemos observar la estatua de Hans Christian Andersen, la fuente con un toro de bronce derrotando a un dragón de 1901 y una columna desde 1914, coronada por dos guerreros vikingos de piedra que tocan sus trompas en forma de cuerno de nombre “lur”, instrumento típico de Escandinavia desde la Edad Media.
En las inmediaciones se encuentra la calle peatonal Stroget, de la que se dice que es la más larga del mundo, eminentemente comercial.
Vemos otros edificios singulares como el Teatro Real, el Rundetarn que esun antiguo observatorio construido en 1642 que lo más destacado es su torre redonda. También nos llama la atención la torre en espiral del siglo XVIII de la Iglesia Vor Freirse Kirke, de factura barroca.
Otro edifico singular es el de la Bolsa con una muy original cúpula muy puntiaguda y en espiral.
Al ver que era imposible seguir viendo cosas nos volvemos hacia el barco. Las calles eran ya ríos de agua que llegaban a la mitad de las ruedas de los coches, algunos nos los encontramos cruzados o se habían parado en los laterales por la dificultad de circular. Tanto es así que unos pasajeros del barco habían cogido un taxi y los tuvo que bajar del mismo mucho antes de llegar al muelle por no poder seguir. Menos mal que pasamos nosotros en ese momento y los recogimos.
La llegada a la carpa fue caótica. La lluvia no cesaba de caer y tuvimos que bajar del bus, chopándonos y chapoteando. En la carpa había un montón de gente esperando a ver si escampaba la tormenta. Nosotros, ya puestos, nos subimos al barco y nos cabreó un montón el que no tuvieran a la entrada toallas para secarnos por lo menos la cara.
La aglomeración delante de los ascensores era tanta que subimos los seis pisos andando hasta llegar al camarote para secarnos y calentarnos un poco, cambiándonos de ropa por supuesto.
Bajamos a cenar al Restaurante Formentor, muy bien servido, por cierto.
Luego charlamos un rato tomando una copita  en los salones  y nos fuimos algunos a dormir, ya que el día había sido largo.

 
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Domingo 3 de Julio de 2001. Copenhaguen-Oslo.

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Vicente madruga y se recorre el barco, encontrando dificultades para tomarse un café. Desayunamos por  error en la cubierta 11 y el personal es muy pasota y no se sofoca por nada.
Bajamos a contratar las excursiones y pedimos hablar con la relaciones públicas para quejarnos del trato recibido en el embarque, de la poca reacción del barco ante la contingencia de la lluvia, del pasotismo de los camareros de los cafés y el buffet. Toma nota de todo y ya nos responderán.
Subimos al restaurante Formentor y redesayunamos. Esto es otra cosa. Están las chicas Trull y les contamos lo sucedido anoche.
Vamos al camarote a coger los chalecos ya que hay un simulacro.
Nos quedamos en el camarote para ver la entrada al fiordo de Oslo desde la terraza. Es muy bonito. Bajamos pronto a comer y nos vamos de excursión. Nos toca una guía muy mayor pero muy simpática, a la que había que interpretar lo que quería decir. Nos cantaba canciones de la época en que estudió en la Universidad en España por los años 70.
Desde el barco y el muelle se ve con claridad el moderno edificio de la Ópera. Tiene tres escenarios donde se representa ópera, ballet y conciertos casi cada noche. Su aspecto es espectacular ya que el techo lo forman unas rampas por las que se puede pasear.  Está construido sobre 28 vigas de hierro y está más de 60 metros por debajo del agua.
Es un proyecto del equipo de arquitectos Snohetta y fueron galardonados en 2009 con el premio de arquitectura contemporánea de Europa. Son también los diseñadores de la nueva Biblioteca de Alejandría en Egipto. Se inauguró en 2008 y consta de 38.000 metros cuadrados.
Nada más salir del puerto nos encontramos con la Fortaleza de Akerhus. Su origen data de 1300, cuando la hizo construir el rey Hakon V como defensa contra los suecos. Durante casi todo el siglo XIV fue residencia real. Se abandonó y por los incendios quedó en ruinas. Pero el rey de Dinamarca Christian IV  la mandó reconstruir en el siglo XVII  de estilo renacentista y es lo que nos ha llegado ahora. Hoy en día se usan sus amplios y lujosos salones para recepciones . En la capilla se encuentran enterrados los anteriores reyes de Noruega, padres del actual rey Harald.
Seguimos la ruta y pasamos por el Museo Nacional de Arquitectura. Es un complejo de antiguos palacios restaurados  con un patio cubierto con una cúpula de vidrio. Recoge toda la arquitectura noruega desde 1800 hasta nuestros días.
Pasamos por una calle con casas antiguas, una de las cuales fue el antiguo ayuntamiento de la incipiente ciudad.  La más antigua es de 1626 que ahora está dedicada a organizar exposiciones temporales.
Cruzamos por una plaza cuadrada, Stortorvet,  rodeada de casa antiguas que tiene en su centro la escultura de una mano del rey Christian IV de Dinamarca, fundador de la ciudad. Atravesamos la Avenida Karl Johan Gate, centro de la ciudad, desde la que encontramos el Teatro Nacional presidido en su fachada por las esculturas de dos dramaturgos noruegos: Ibsen y Bjornson , el Parlamento Stortiget que data de 1866.
Al fondo está el Palacio Real, rodeado de un hermoso parque . Fue erigido por el arquitecto H.D.F.Linstow para Carlos-Juan XIV Bernadotte en un estilo neoclásico. Su construcción que duró 20 años se inició a principios del siglo XIX. Fue poco utilizado por los monarcas suecos, unidos los dos países a disgusto de los noruegos. Cuando en 1905 consiguieron al independencia el palacio estaba en malas condiciones y los reyes vivían en una granja a las afueras de Oslo. A raíz de la boda del príncipe heredero Hakon se restauró y ya se utiliza como residencia real.
Cercana está la Casa Museo de Henrik Ibsen, que fue completamente rehabilitada al celebrarse el centenario de su nacimiento.
Un sitio importante a nivel mundial es el Nobel Institut ya que es la sede de la comisión formada por cinco personas elegidas por el Parlamento que asignan cada año desde 1901  el Premio Nobel de la Paz. En su frente se encuentran dos estatuas de Alfred Nobel realizadas por dos escultores diferentes: el sueco Limberg y el noruego Vigeland.
Cerca se encuentra la imponente Biblioteca de la Universidad.
Nos dirigimos a la Península de Bigdoy, bella en su conjunto con los parques y jardines, así como las casas residenciales de bella factura. Además es un enclave donde se sitúan varios Museos.
Nada más entrar en ella nos encontramos con el Palacio de Verano de los Reyes Noruegos, justo a la derecha de la carretera estrecha que atraviesa la Península.
Pasamos de largo por el Norsk Folke Museum que es un bello parque donde han sido reconstruidas como una antigua ciudad noruega 70 casas y edificios de los siglos XVII y XIX de madera de diferentes condados del país.
Vamos a visitar en primer lugar el Fram Museo o Museo polar. En él se expone el famoso barco Fram, cuyo significado es “adelante” y que simboliza todas la expediciones polares noruegas. En ella los exploradores se aventuraron por el océano Ártico  Fridtjof Nanse (Premio Nobel de Ciencia)  los años 1893 y 1896.  Más tarde fue Otto Sverdrup  quien exploró los mares helados de Groenlandia y Norteamérica desde 1896 hasta 1902. y Roal Amunsen, que fue el primero en llegar a la Antártida en 1911, justo el Polo Sur y lo utilizó hasta 1912.
La nave fue construida en 1892 por Colin Archer. Es el barco mças fuerte del mundo con sus múltiples capas del casco, que ha navegado en todos los mares helados sin sufrir daños. Está dentro de un edificio que parece una barraca y se puede visitar todo el interior del barco con los camarotes, utensilios utilizados, sala de máquinas, comedor, salón, cubierta, etc.
Alrededor de barco hay numerosas vitrinas con restos de la vajilla del barco, cartas y objetos en recuerdo de las proezas.
A continuación visitamos el Viking Museum, contiene varios barcos vikingos, especialmente bien conservados. El Gokstad  de 23 metros de eslora y 5,25 de manga se encontró en 1880 y es del siglo X, el Tune de 20 metros de eslora que fue descubierto en 1867 y es la peor conservada y el Oseberg de 21 metros de eslora y 5 de manga, que se cree que perteneció a la reina Asa y que fuera utilizado para sus funerales en el siglo IX, se encontró en el año 1904 y que tiene una ornamentación con ricas esculturas, lo que hace que sea la más bella de las tres.
Además podemos ver en unas grandes vitrinas  tres trineos y fragmentos de ornamentación de otros barcos.
A las afueras hay un bonito jardín, como por todas partes de Oslo.
Nos dirigimos a una colina en las inmediaciones de Oslo, la Holmenkollen , donde se puede observar un gran trampolín de salto de esquí de 56 m que se construyó en 1892 con unas tribunas en su base que pueden albergar hasta 100.000 espectadores. En 2010 se abrió al público la nueva instalación donde se celebran pruebas del Campeonato del Mundo. La más famosa prueba es la que se celebra el primer domingo de Marzo, que se retransmite a todo el mundo.
Desde aquí se divisan las mejores vistas de Oslo, rodeada de profundos bosques y lagos, surcados por pistas de esquí que alcanzan los 2000 Km. esquiables, muchos de ellos iluminados, ya que en invierno hay muy pocas horas de luz. Los habitantes de Oslo son grandes deportistas  ya que a la más mínima ocasión, si el tiempo lo permite, se lanzan a vivir al aire libre bien esquiando, en bicicleta o haciendo deportes náuticos.
Por último nos dirigimos al Frognerpark. Es un enorme parque que tiene unos bellísimos jardines trufados de 200 esculturas en diferentes materiales del escultor noruego Gustav Vigeland. Se comenzó a planificar en 1924. La entrada la presiden siete cancelas de hierro forjadas entre 1928 y 1938. Al frente cruzamos un puente que está flanqueado por 58 grupos de bronce que representan las diferentes fases de la vida del hombre. A continuación está la gran fuente que es su primera obra con seis figuras masculinas desnudas que sostiene el cuenco de la fuente, rodeados por 20 grupos de árboles con semblante humano que representan a su vez el ciclo de la vida desde la concepción hasta la muerte. Alrededor de la fuente hay 60 relieves con la misma temática. Más adelante y sobre una colina está el célebre monolito de granito de 17 metros de altura que fue traído de una pieza desde una lejana cantera en un barco y luego trasladado por tierra al lugar donde durante tres años y tres personas fue esculpido. Se terminó en 1925 y consta de 121 figuras que parecen querer luchar por alcanzar la cima del obelisco. Alrededor de la base en su plataforma formada por un túmulo rodeado de escaleras hay 36 grupos escultóricos que ejemplifican varias fases de la vida, el amor, la maternidad, etc. Otro grupo importante es la rueda de la vida de 1934 compuesta por siete figuras humanas, frente a la parte trasera del parque. Por todo el parque además de los grupos de turistas hay muchas personas paseando perros, aprovechando el buen día que ha salido para ellos.
Volvemos al bus y pasamos por el Ayuntamiento que es un imponente edificio que se divisa desde toda la ciudad con dos torres tipo fortaleza, de ladrillo rojo. Fue construido bajo los planos de los arquitectos Arneberg y Poulsson entre 1933 y 1950. En una de las torres se encuentra el reloj de torre más grande de Europa. Su interior es como un museo de arte moderno noruego. En la Sala de Ceremonias se entrega el 10 de diciembre de cada año el Premio Nobel de la Paz.
Toda la ciudad es un parque. Por todos lados hay árboles, plantas, macetas, flores. Tienen agua por castigo. Alguna calle flanqueada de castaños se ve perjudicada por el uso de la sal en las aceras y calle para evitar los deslices durante los inviernos, que matan a los árboles y tienen que ser repuestos.
Volvemos al barco para descansar un poco. Nos asomamos a los balcones para ver la salida del fiordo, que es precioso el paisaje que lo forma.
Amparo y Luis, Dani y Mali nos invitan a tomar champán mientras emprendemos la navegación. Lo bueno llega ahora. Las gaviotas se acercan a los balconcillos, acostumbradas a que les den comida y empezamos a darles fruta, galletas o papas. Tienen una gran habilidad para cogerlo al vuelo. Se quedan como flotando delante nuestro para que les echemos algo. Es muy divertido.
Tras la cena nos tomamos una copita en el Café Borsalino y cuando queda poca gente,  ya que la mayoría se ha ido al teatro a ver el espectáculo de hoy, se nos acerca el mago Pablo Clabó y empieza a hacernos un show metiéndose con todos y cogiendo como ayudante a Sandra, que se lo pasa genial. Parte de nuestro grupo, que es muy fiestero, se sube a la discoteca en la planta 12 hasta la 3 de la madrugada.

 
 
 
 

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Lunes 4 de Julio de 2011. Oslo-Stavanger.

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Seguimos navegando y durante la mañana hay un montón de actividades. Vamos algunas “maris” a la clase de cocina y a la de hacer figuras con vegetales. Después charla distendida en el café y lectura en el camarote. Comemos pronto y atracamos al mediodía en Stavanger. Esta parte del puerto es muy estrecha y parece mentira que un barco tan grande maniobre tan bien en tan poco espacio dando la vuelta y atracar de popa.
Stavanger es la cuarta ciudad de Noruega y es el primer centro petrolífero del Norte. Su fundación data de 1125. Siempre ha sido una zona industrial con astilleros y conservas de pescado. El descubrimiento de yacimientos de petróleo en la segunda mitad del siglo XX disparó su importancia.
Hoy nadie de nuestro grupo ha cogido excursión, porque el muelle está dentro mismo de la ciudad antigua.
Bajamos del barco y nos adentramos por las callejuelas del puerto, con bellas casas de madera de diversos colores, con bonitas tiendas y cafés entrañables. Llegamos a la zona peatonal y comercial.
Visitamos la catedral, la Domkirken, de estilo románico-normando. Fue erigida por el primer obispo Reinald of Winchester en 1125. Tras un incendio se remodeló el coro gótico. Lo más destacable de su interior es el púlpito y los 5 grandes epitafios que se realizaron a mediados del siglo XVII.
Cruzamos una gran plaza con puestos que venden souvenirs, entre ellos prendas de lana con los típicos dibujos de nieve.
Al otro lado empieza el barrio antiguo, la Gamble Stavanger, antigua ciudad de Stavanger con 173 casitas de madera construidas a finales del siglo XVIII y principios del XIX. La mayoría son blancas con multitud y variedad de plantas y flores en sus fachadas y sus jardines traseros. Muchas de ellas están ahora dedicadas a galerías de arte y tiendas de decoración. Se encuentran muy bien conservadas y forman un barrio encantador plagado de bellos rincones. En un lado de la calle principal  se encuentra el Canning Museum, antigua conservera de sardinas y arenques que sigue haciendo demostraciones de las técnicas del siglo pasado.
Volvemos hacia el barco por otro camino y observamos como desmontan un estadio donde se había celebrado un torneo de Voley playa.
Pasamos al muelle Skagenkaien y nos sentamos en una cafetería al aire libre rodeada de flores. Tomamos un refresco y un té a precio de oro. Esta parte del puerto conserva unos 60 antiguos almacenes de los 250 que había originales. Ahora son restaurantes y terrazas así como alguna tienda. Pasamos un ratito en una de ellas que es de efectos navales y ropa náutica. Pero claro, los precios son prohibitivos y no vale la pena cargar con cosas que en España son mucho más económicas.
Damos un paseo por otra parte del puerto donde hay atracados grandes barcos de los que colocan cables en el fondo del mar.
Subimos al barco y pasamos un buen rato en la terraza del camarote observando la impresión que da la altura del barco que es superior a la de los edificios que forman el  frente del muelle. Desde aquí se ve perfectamente la Torre Valberget que fue antiguamente el punto más alto de la ciudad y los serenos comenzaron a utilizarla desde 1853 como punto de vigilancia de incendios.
A la salida del puerto se repite la acción de las gaviotas, ya muy expertas en lo de cazar comida al vuelo. En un lateral del puerto más grande podemos ver las instalaciones del Museo del Petróleo. Es un museo interactivo de moderna construcción que recoge la extracción de gas y petróleo en la zona.
Al salir a mar abierto se nota más el balanceo del barco, ya que el mar estaba un poco movido.
Cenamos y tomamos una copita en el Borsalino. Luego entramos en el Teatro Ibiza para asistir al espectáculo del mago Pablo Clabó que nos hace reír un buen rato. Tras dar un paseo por el barco nos vamos al camarote.

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Martes 5 de Julio de 2011. Stavanger-Bergen.

 
 

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A la llegada por la mañana a Bergen nos encontramos con un retraso en el atraque por la huelga de los prácticos noruegos. El capitán nos dice que es la primera vez que le ocurre en los 45 años que lleva en la mar.
Desayunamos con tranquilidad y vemos el atraque desde el camarote.
Bergen es la segunda ciudad noruega y fue fundada en 1070 por el rey Olav III. Durante los siglos XII y XIII fue la capital de Noruega. A pesar de pasar la capitalidad a Oslo no perdió su importancia ni sus privilegios. Aquí se declaró la unión de Dinamarca y Noruega bajo el reinado de Christian I en 1450.
Salimos de visita a la ciudad en el bus. Lo primero que vemos es la fortaleza Bergenhus Festning. Fue construida en los siglos XI y XII como defensa del puerto de Vagen. Dentro de sus murallas hay varios edificios muy interesantes. La Hakonshallen, es el edificio gótico más bello del país construido a mediados del siglo XIII como residencia real y salón de fiestas y audiencias durante el tiempo que Bergen fue capital de Noruega. Está también la Torre Rosenkrantz iniciada su construcción en 1270. Fue la residencia del último rey Eirik Magnusson que tuvo su corte en Bergen.
Continuamos y pasamos por una zona de casas de madera que se construyeron para los trabajadores de los astilleros. Como no tenían baños públicos se construyeron unos edificios aparte donde los obreros iban los sábados a ducharse. Eso significa el nombre de sábado en noruego “día de la ducha”.
En Bergen hay 14 iglesias. Trece de ellas son de origen medieval y la mayoría son protestantes. La Iglesia de Santa Maria es la más antigua de la ciudad de estilo románico normando erigida entre 1140-1170. Otra importante es la Catedral  o Domkirke de la mitad del siglo XII. La Iglesia de San Pablo es la única iglesia católica de la ciudad construida en el siglo XII de estilo románico.
Junto al Jardín Botánico se encuentra La Johanneskirke o Iglesia de San Juan, construida en 1894 de estilo neogótico, una de las más famosas de Noruega al ser el edificio más alto de la ciudad.
Cercana a la plaza del mercado está la Korkirke o Iglesia de la Cruz del siglo XII y posteriormente reconstruida en el siglo XVI-XVII en estilo renacentista.
Nos paramos en un lugar del puerto, un muelle frente a donde está atracado nuestro barco a los pies de la Ny Kirke o Iglesia Nueva de 1761, después de la reforma luterana. En 1944 un barco alemán cargado de explosivos explotó y generó una ola devastadora en todo el barrio, que afectó además a la iglesia e incluso a la fortaleza. Tuvieron que ser reconstruidas.
Por toda la ciudad hay muchas estatuas y monumentos en los numerosos parques como homenaje a los marineros, a las madres que perdieron a sus hijos en la 2ª Guerra Mundial, a Edgar Grieg el músico que nació aquí, etc.
El Teatro de Bergen es el pionero en representaciones teatrales en la lengua noruega.
Pasamos por una calle con un variado muestrario de estilos arquitectónicos debido a que durante la historia ha habido grandes incendios y en cada época se reconstruía la ciudad en el estilo imperante. El último importante fue en 1950.
Hay un moderno edificio de conciertos que tiene la forma de un piano de cola construido con la ayuda de las donaciones de los ciudadanos  y está dedicado a Grieg.
Bergen tiene el Akraviet, uno de los mayores acuarios de Europa con grandes peces de los mares fríos.
El antiguo Ayuntamiento o Radhus fue erigido en el siglo XVI como residencia del gobernador.
Tras dar toda una vuelta por la ciudad nos bajamos del bus y hay una cola considerable para subir al funicular con el fin de llegar a la cima del Monte Ulriken que tiene unas espléndidas vistas de la ciudad. Nosotros decidimos no esperar y caminar por los alrededores del puerto que es lo más bonito de la ciudad.
Damos una vuelta por las callecitas frente al mercado con unas tiendas preciosas, tanto es así que encontramos un farolito que le encantó a Vicente y lo compramos.
Nos sentamos a descansar  y refrescarnos en un bar con mucho sabor marinero frente al Fisketorget, el mercado del pescado al aire libre directamente sobre el Vagen.
Es todo un espectáculo. Hay un sin fin de paradas con productos noruegos como prendas de lana con sus característicos dibujos, puestos de frutas en especial cerezas, frambuesas, grosellas, arándanos, moras, es decir, productos del bosque. También encontramos fiambres típicos de reno y alce, todos ahumados. Pero lo más espectacular es la zona del pescado. Hay muchos puestos que te ofrecen para probarlos diferentes tipos de salmón, ahumado, salvaje, marinado, arenque, ballena, bacalao, etc. Tu puedes elegir comer de lo que quieras, así como gambas hervidas de diferentes tamaños, patas de cangrejo real, bocas, etc. y te sientas tras los puestos en unas mesas con bancos acompañándolo todo con bebidas que allí mismo te sirven y pan. Nosotros así lo hicimos y nos pusimos las botas con un platazo de gambas blancas que estaban riquísimas. También comimos salmón de varias preparaciones con una salsa espectacular.
Para bajar lo que habíamos probado nos dimos otra vuelta por el mercado. También venden pescado crudo y marisco vivo que tienen en unas pequeñas cetáreas al lado de los puestos. En otros puestos vendían para comer ya preparados montaditos de cóctel de mariscos y de salmón con salsa.
Fue una experiencia preciosas y divertida.
Seguimos nuestro paseo por el muelle y nos dirigimos al Bryggen. Hoy hace un día espléndido de sol y una temperatura alta para lo normal de aquí, así es que la gente está toda en la calle sentada en la terrazas comiendo y tomando el poco sol que ven. Es la ciudad con más días de lluvia de toda Noruega.
En el lado oriental del puerto se extiende el barrio de Bryggen. Es un conjunto  de casas de madera de vivos colores que pertenecieron a los comerciantes de la Liga Hanseática que era una federación de ciudades alemanas y comunidades comerciales del norte de Europa. Funcionaban como gremios para obtener privilegios y poder organizar ferias para agilizar su comercio. Tuvieron un gran poder entre los siglo XIV al XVI. La cuarta parte de los edificios que aún quedan datan de después del gran incendio de 1702. El resto son de factura más reciente. En la reconstrucción de las casas se han encontrado sótanos de piedra del siglo XV. El último incendio fue en 1955 y se están reconstruyendo las casas dañadas con los planos primigenios y con las técnicas originales de construcción. Está declarado el barrio Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1979.
Cuando nosotros terminamos de ver el barrio en su conjunto, separadas las casas por unos pasillos muy estrechos nos encontramos con el resto del grupo. Les aconsejamos que hacer a partir de ahora, es decir, comer en el mercado.
Entramos en un montón de tiendas que ocupan las casas, sobre todo de artesanía.
Seguimos caminando por el borde del muelle y nos detenemos para admirar un yate precioso, nuevo, espectacular y reluciente que nos da mucha envidia. A continuación vemos un barco maravilloso antiguo, todo de madera, con los barnices nuevos y lustrosos que es una beldad.
Cruzamos y nos internamos en el parque de la Fortaleza. Damos una vuelta y nos sentamos a descansar. Llegamos al barco y a la entrada se quedan el salmón que hemos comprado para guardarlo en la cámara frigorífica.
Tomamos algo fresquito en el comedor y hoy dormimos una siesta monstruosa.
Vemos la salida del puerto de Bergen y por supuesto jugamos con las gaviotas a darles de comer.
Cenamos y nos vamos a tomar una copita. Entramos en el teatro. Hoy hacen un espectáculo sobre canciones de Sinatra. Como el cantante no nos gusta nos salimos a la segunda canción y nos asomamos a la terraza. Es curioso que como estamos más al norte son las 12 de la noche y no se hace oscuro el ambiente. Parece que sean las 7 o las 8 de la tarde.

 
 
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Miercoles 6 de Julio de 2011. Bergen-Olden.

 
 

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Llegamos temprano al fiordo que es precioso, con los bordes formados por montañas muy empinadas, tapizadas de verde por los pastos y árboles, salpicadas de casitas de madera pintadas de rojo oscuro, pintura natural hecha con los residuos del cobre, que le da una protección especial a ese material. En el ambiente hay un fuerte olor a vacas. Muchas de las cimas de las montañas aún conservan nieve y corren por las pendientes un montón de torrenteras hasta llegar al fiordo Nordfjord.
En una zona un poco más ancha el barco da la vuelta y atraca con suma delicadeza. Eso es Olden, una pequeña población  de unos 480 habitantes, dependiente de la ciudad más cercana que es Stryn. Hay un montón de tiendas que solo se abren cuando llegan los cruceros. El pueblo tiene una Iglesia de madera con la planta en forma de cruz construida en 1746 sobre los restos de una anterior del siglo XIII. A los pocos años de su inauguración fue destruida por una terrible tormenta y hubo de ser restaurada posteriormente.
Tras desayunar comienzan los turnos de los desembarques para ir a las excursiones. Nosotros hoy vamos por libre.
Bajamos del barco y justo enfrente nos ofrecen una excursión por el fiordo en lancha neumática y tenemos suerte de que quedan dos plazas libres. Justo todo el equipo de excursiones del barco ha sido invitado por el dueño de la lancha para que lo prueben y lo aconsejen a los pasajeros en otros cruceros. La lancha es nueva y caben 14 personas. Lleva unos potentes motores.
Salimos y las aguas parecen un espejo, de un color verde rabioso. Nos lleva a ver los recovecos del fiordo a toda velocidad y haciendo de cuando en cuando unas vueltas en 360º para saltar la propia ola formada por el giro. Llegamos hasta Stryn, la capital de la zona que está en un brazo del fiordo llamado Innwick.
Tras hacer un poco el cabra volvemos al puerto. Ha sido muy divertido.
Justo delante del barco hay un tren turístico y nos subimos para dar un paseo largo de más de una hora por el valle Oldedal, que llega hasta el glaciar Briksdal al que nosotros no llegamos. Es una monumental lengua del glaciar Briskdalbreen, a su vez brazo del mayor glaciar Jostelbreen, hoy convertida la zona en Parque Nacional.
El valle lo cruza un rio muy caudaloso y salmonero, plagado de saltos y de rápidos. Por el camino vemos multitud de torrenteras desde lo alto de las montañas que surten de aguas al rio. En una zona más ancha y tranquila de rio paramos para hacer fotos. Las riberas del rio están plagadas de pequeñas granjas de vacas, de ahí el fuerte olor de toda la zona.
Cruzamos el rio y en otra zona paramos para ver el salto y los restos de un molino que en su día fue un aserradero con energía natural.
El día ha sido perfecto, sol, buena temperatura y bonitos paisajes.
Comemos con tranquilidad y descansamos. Una vez han vuelto todas la excursiones  zarpamos y salimos del fiordo lentamente. Hacemos fotos desde la terraza del camarote del fiordo.
Hoy es la noche de gala del capitán pero no vamos a hacernos la foto correspondiente, cosa que es un latazo.
Muchos pasajeros se han traído trajes de etiqueta y vestidos como para ir a una boda  de noche con mil lentejuelas.
Al salir del fiordo nos persigue una tormenta y el mar está movido. Los camareros, a la hora del postre, salen con su uniforme de gala y una tarta helada iluminada en las manos  cantando y haciendo una coreografía. La verdad es que hemos tenido suerte y nuestros camareros Cledir (brasileño, que ha pasado 12 años de monje agustiniano y es muy educado y divertido, con una larga historia ya a sus 27 años) y Rolin (hondureño, más tímido pero muy servicial y pendiente de todo) son los mejores.
Charlamos después un buen rato en el Borsalino unos cuantos. Los demás han ido al teatro a ver el espectáculo de hoy.

 
     

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Jueves 7 de Julio de 2011. Olden-Hellesyt-Geiranger.

 

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Entramos en otro fiordo, el Geirangerfjord, con sus tranquilas aguas verdes. Fondeamos  a las 7 de la mañana frente a Hellesylt para que desembarquen en los tender (barcos auxiliares del barco y salvavidas que tienen una capacidad de 150 personas) los pasajeros que hoy hacen la excursión larga. Después de desayunar estamos todos arriba en la cubierta 11 para ver el paisaje que nos rodea.
Ha salido un buen día pero poco a poco se va ensombreciendo y bajando la temperatura.
Zarpamos y nos introducimos en otro brazo del fiordo. Es estrecho y en los laterales podemos observar altísimas cascadas  como las Siete Hermanas, siete cascadas que discurren muy juntas. Enfrente se encuentra la cascada del Pretendiente que cuenta la leyenda que quería casarse con una de las hermanas y que como fue rechazado se emborrachó. La piedra que está en la base de la cascada tiene forma de botella.
Este fiordo está considerado como Patrimonio de la Humanidad.
Por el camino encontramos otro barco de crucero fondeado y los dos barcos se saludan con las bocinas, produciendo un efecto sonoro multiplicador y amplificado por el embudo formado por la estrechez de la zona y las altas montañas que lo rodean.
Fondeamos frente a Geiranger. Comenzamos a descender del barco y con los tender nos llevan a tierra. Es un pequeño pueblo de no más de 300 habitantes, eminentemente turístico. Desde lo alto de la montaña se ve como desciende una caudalosa cascada que desemboca en mitad del pueblo y es la que surte de agua potable pura a la población. Sólo nosotros del grupo tenemos excursión pactada.
Tiene una iglesia de 1842 toda de madera, que ahora la están reconstruyendo, ya que un fanático la quemó.
Hay dos carreteras que parten del pueblo. Una de ellas está cerrada desde Octubre hasta Mayo por el hielo. La otra, la de las Águilas permanece casi siempre abierta, si no hay derrumbes. Es un zigzag endemoniado.
Las aguas del fiordo suelen helarse de Octubre a Mayo, ya que como tiene tanta aportación de agua dulce de las cascadas y siendo además poco salada el agua del mar,  facilita la congelación.
Subimos por una carretera plagada de curvas hasta un mirador desde el que se divisa todo el valle con Geiranger al fondo. Seguimos hasta un refugio que se encuentra a 1000 metros de altitud junto a un bonito lago, el lago Profundo. Todavía quedan zonas congeladas en sus aguas. Junto a él hay otro lago más pequeño. Nos dan un refrigerio un poco cutre, una pasta y una taza de té o café.
El exterior está plagado de mosquitas que han aparecido estos días debido a la bonanza del tiempo que aquí la consideran extraordinaria.
Seguimos subiendo por una carretera privada con curvas de 180º en pendiente hasta la cima del Monte Dalnisbba, que significa “cumbre del valle”. Está a 1530 m. de altitud.
Los alrededores  de las cima están plagados de montoncitos de piedras semejando pirámides. A esto se le llama “barde”. La tradición dice que los vikingos los utilizaban como códigos de señales y en las cimas de las montañas hacían unos más altos, cubiertos de ramas y corteza de abedul para en caso de peligro encenderlo y avisar de la presencia enemiga.
Los vikingos aparecieron en el siglo VIII hasta 1300. Era un pueblo muy guerrero y agresivo que atacaba a los monasterios donde pensaban que estaban los tesoros escondidos. Por eso los monjes los representaban con los cuernos, para asimilarlos al diablo. Tenían barcos muy navegables y fáciles de maniobrar, con un dragón como adorno. Vikingo significa “hombres que venían de las bahías (fiordos)
Los “Trolls” son seres mitológicos que habitaban las montañas y los lugares oscuros, creados por Odin, y que si salían a la luz se convertían en piedra. Eran feos y narizones.
Volvemos a puerto y nos damos un paseo hasta el supermercado para comprar el queso de cabra característico que se hace en la zona.
Una vez en el barco, merendamos porque no hemos comido. Descansamos y nos bajamos a beber algo fresco. Vemos la salida del fiordo, a baja velocidad.
Cenamos y mientras estamos tomando una copita contemplamos a las 12 de la noche el espectacular ocaso del sol sobre el mar. Hoy no hay niebla, solo alguna nube. Los días anteriores la entrada de la niebla y las tormenta no nos dejaron disfrutar de ese espectáculo tan bonito y extraño para nosotros por la hora. Charlamos un buen rato, hacemos fotos y vídeos y a dormir.

     

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Viernes 8 de Julio de 2011. Geiranger-Navegando-Copenhaguen.

 
 

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Hoy el día entero es de navegación de vuelta a Copenhague.
Vicente, como un favor especial y haciendo gala de su título de capitán, visita el puente de mando y la sala de máquinas.
Yo asisto a la reunión de las normas del desembarque.
Vamos todos perdidos por el barco. Tomamos algo con los Mesa.
Bajamos a comer y hoy es un caos ya que estamos todos, no han hecho turnos y no podemos comer todos a la vez. Hay que hacer un rato de cola para sentarnos.
Otro tanto ocurre después para poder tomar un café.
Como no hay mucho que hacer, dormimos siesta, leemos y preparamos las maletas en el camarote.
Cenamos, charleta y a dormir que hay que madrugar.

 
     

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Sabádo 9 de Julio de 2011. Copenhaguen-Madrid-Valencia

 
 

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Madrugamos, recogemos el salmón, desayunamos y vemos el atraque en Copenhague.
Nosotros salimos los últimos del barco camino del aeropuerto. En las inmediaciones del Aeropuerto  entramos en un hangar  a recoger las maletas y en un pabellón adjunto facturamos el equipaje. Todo esto se demora dos horas de plantón ya que es el procedimiento para los cruceros y nos juntamos dos barcos a la vez. La gente está cabreada y algunos gritan y quieren que todos nos sublevemos. Una vez acabado el trámite subimos a un bus que nos deja en el propio Aeropuerto para pasar el control de seguridad. Casi sin tiempo hacemos la última compra y embarcamos.
El avión es grande pero tiene los asientos tan juntos que yo, que soy pequeña, toco con mis rodillas el asiento de delante.
Vicente, después de comernos el sándwich que nos han dado, se va a la primera fila a ver si hay algún sitio libre y estirar las piernas. Tiene suerte y descansa un poco.
El avión en Madrid nos deja en una zona lejos de la terminal y nos llevan un buen trecho en la jardineras hasta la Terminal 2 para recoger las maletas.
Tras la consiguiente espera salimos y el chófer nos está esperando. Partimos hacia Valencia haciendo una parada a mitad camino para cenar.
Sobre las 12.30 de la noche llegamos a Valencia. Bajamos todos los de Valencia en la Gasolinera de la Avenida del Cid y nos despedimos de los que siguen hasta Algemesí.
Como siempre la vuelta ha sido dura y el cambio de temperatura y la humedad se hacen sentir.
Gracias a Dios todo ha ido bien y ya andamos pensando donde volver a viajar.

 
     

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© 2011 Textos: Dulce Ballester. © 2011 Fotos: Vicente Bono. v.1.2